- Ella tiene que estar a un lado de la mesa.
- ¿Por qué?
- Por que así lo planee sobre sus pies.
(Ya que de cambiar roles, y si así fuera, para él, ella sería menos que la mesa
- no tendría una pata entera y una segunda tendría tres cuartos de madera astillada -
sin poder soportar la taza de café, su libro e inclusive un lápiz - el cual rodaría hasta el piso -.
Lo dispuso así desde que la colocó de esa manera - a tres pasos del muro, dirigiendose hacia
el pasillo y la puerta, por delante de la ventana -, para que al atardecer, a las 7:30 pm que es
supuestamente la hora de su llegada, la sombra tocara sus pies, así cada día sobre su piel se marca
más y más el hecho de que la que espera es ella y a él le tiene sin cuidado).